- Mejor productividad y calidad de trabajo del empleado.
- Incremento en la rentabilidad.
- Menor rotación de personal.
- Trabajadores motivados y con buen ánimo.
- Los problemas diarios se pueden resolver fácilmente.
- La supervisión es cada vez menos necesaria.
- Aumento en la estabilidad y flexibilidad de la organización.
- Los colaboradores se sienten identificados con la empresa.
- La empresa mejora su imagen corporativa.
- Los jefes pueden entablar una mejor relación con su equipo.
- Contribuye a la comprensión y adopción de políticas.