Análisis de las políticas afines a las energías renovables alternativas, su regulación y las barreras a las que se deben enfrentar.
La actividad propiamente eléctrica se inicia en 1884, con la operación de la primera central hidroeléctrica en la provincia de Huaraz, distrito de Yangas, construida por una empresa minera. Es
en el gobierno del general Miguel Iglesias, en 1886, con la empresa privada Peruvian Electric
Construction and Supply (PECS), que entra en operación la primera central térmica que permitió
el alumbrado público en la Plaza de Armas y algunas calles del centro de Lima. Después de 170
años todavía en el país no logramos pleno acceso a la energía. La matriz se basa principalmente en
hidroelectricidad y gas natural, con una pequeña participación de solo 5 % de energías renovables
alternativas.